sábado, 24 de mayo de 2014

EL PODCAST DEL EFECTO MCGUFFIN: LA HOMEOPATÍA

Pues sí amigos y amigas, al final todo llega. Nos tomamos un breve descanso en las traducciones de artículos de habla inglesa, cogemos el toro por los cuernos y estrenamos podcast del Efecto Mcguffin. Lo hacemos con el tema más de moda y polémico que haya en la actualidad seudocientífica: la homeopatía. Pero sobretodo lo hacemos por amor a la ciencia, el método científico y la pasión que nos mueve crear realidades paralelas en las que dar rienda suelta a nuestras desordenadas mentes. Tomadlo con humor, sin diluir, y no dudéis en suscribiros al podcast que haremos periódicamente con la intención de desacralizar con diluciones de humor políticamente incorrecto y poner en solfa el mundo de lo paranormal y el fraude científico. Agarraros, porque empieza la fase 2 del Efecto Mcguffin...




BIBLIOGRAFIA PARA EL PODCAST (al César lo que es del César):

http://queeslahomeopatia.com/

http://naukas.com/2014/03/14/diez-argumentos-en-contra-de-la-homeopatia-y-otros-diez-favor/

http://esceptica.org/2012/02/09/homeopatia-no-gracias/

http://charlatanes.blogspot.com.es/2014/01/cual-de-las-muchas-homeopatias-se.html

Efecto placebo: http://vimeo.com/23576338

"Mala ciencia" de Ben Goldacre (Editorial Planeta)

"La homeopatía, ¡vaya timo!" de Víctor-Javier Sanz


martes, 13 de mayo de 2014

LOS MISTERIOS DE LEONARDO


Massimo Polidoro es un investigador de lo paranormal, autor, conferencista, y co-fundador y director del CICAP, el grupo de los escépticos italianos. En este artículo repasa algunos de los aspectos más curiosos de la figura del gran Leonardo Da Vinci, alejando su figura de la imagen tergiversada que muchos han querido dar de este genio, sobretodo a raiz del gran éxito del best-seller de Dan Brown, "El código Da Vinci".

Leonardo da Vinci no sólo personifica el genio y la creatividad, sino también es una de las fuentes más codiciadas de misterios, tanto reales como inventados. Probablemente el ejemplo más famoso de esto son las muchas leyendas de “El Código Da Vinci” vinculadas a este inventor, pero hay muchos otros ejemplos, como veremos. 

Leonardo el Hereje 

De acuerdo con algunos autores de ficción histórica, Leonardo era un hereje. Prueba de ello se encuentra supuestamente escondida en su pintura “La última cena”, donde se dice que el Maestro mismo expresó su creencia de que Cristo estuvo casado con María Magdalena. La mujer se identifica con el apóstol que muestra rasgos femeninos y está sentado a la derecha de Jesús. Más evidencia en apoyo de la herejía del genio sería la falta del cáliz con el vino en la mesa, símbolo de la Eucaristía, y la presencia de una mano sin cuerpo con un cuchillo amenazante. 

¿Cuáles son los hechos? En realidad, para “La última cena”, la magnífica pintura mural que adorna el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, en Milán, Italia, Leonardo se inspiró en el Evangelio de Juan, donde no se hace mención alguna del cáliz con el vino o de la Eucaristía. Además, la mano con el cuchillo pertenece a Pedro (como se demuestra en los dibujos preparatorios de Leonardo que se conservan en la Biblioteca Real de Windsor) y se refiere a un episodio en el Evangelio, donde Pedro corta la oreja del siervo del Sumo Sacerdote. Por último, el aspecto delicado de Juan pertenece a la iconografía de la época, donde el apóstol más joven, el favorito de Jesús, siempre era representado como un adolescente con el pelo largo y rasgos suaves. 

Símbolos esotéricos por todas partes 

Aunque quizás no fuera un hereje, y ciertamente no fue un católico devoto, es posible que Leonardo pudiera haber estado en contacto con las ideas que, en su tiempo, fueron consideradas heréticas, como los neoplatónicos y gnósticos. Este último, por ejemplo, incluye la creencia en Sofía, la diosa madre, que creó el mundo, lo que Leonardo podría haber querido representar con “Leda”, una pintura perdida. En algunos ejemplares restantes de la pintura, la gran madre es vista como un "huevo cósmico", de la que los demás huevos dan lugar a los seres humanos. Los gnósticos también creían que había dos formas de Jesús, uno carnal, que murió en la cruz, y uno que era sólo espíritu. Otro famoso cuadro de Leonardo, “La Virgen de las rocas”, muestra a dos niños similares entre sí: ​​tal vez el uno comúnmente conocido como Juan el Bautista, era en realidad el doble de Jesús, y su identidad se disfrazó con el fin de lograr que fuese aceptado por los clientes religiosos. Poco probable, pero nadie puede decirlo con seguridad hoy. 

Otra cuestión se refiere a la propensión de Leonardo de retratar a menudo a San Juan Bautista. Algunas personas se preguntaban si este apego al santo no ocultaba algo más, tal vez la adhesión al culto de San Juan, el mismo que practicaban los Caballeros de la Orden de Malta. Sin embargo, se trata de supuestos que los historiadores del arte se siguen cuestionando. 

¿Fue Leonardo miembro del Priorato de Sión? 

“El Código Da Vinci” de Dan Brown entero (nótese el absurdo de llamar al Maestro no por su nombre, Leonardo, sino con el nombre de la ciudad que le vio nacer, Vinci , al parecer creyendo que era su apellido) gira en torno a la misteriosa y antigua secta del "Priorato de Sión", guardiana de los secretos y fundada por la siempre presente orden de los Templarios. Se dice que entre sus miembros hubo figuras como Isaac Newton, Victor Hugo, y por supuesto Leonardo. En realidad, la secta se inventó de la nada por el francés Pierre Plantard en 1956. Plantard tomó el nombre de "Priorato de Sión" de una colina sobre Annemasse, donde palneaba instalar una casa de retiro. En cuanto a la lista de los "iniciados”, Plantard copia de la lista de presuntos "Imperators", es decir, los jefes supremos, de la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis, fundada en 1915 en los Estados Unidos por otro creador de fantasías, Harvey Spencer Lewis, con quien Plantard estaba en contacto. Antisemita, anti- masónico, y un miembro de la derecha francesa, Plantard orquestó esta historia con el fin de crear una línea histórica, probablemente para demostrar su propia descendencia de los merovingios como un heredero de una dinastía perdida en las brumas de la historia, dándole gran margen de maniobra y una gran ventaja sobre muchas órdenes de Grandes Maestros competidores y que tal vez lo llevará a tener protagonismo político. No funcionó. 

¿Leonardo Autor de la Sábana Santa de Turín? 

Según Lynn Picknett y Clive Prince, la Sábana Santa de Turín fue la obra de Leonardo. La escritora Victoria Hazel interpreta un pasaje del “Códice Atlántico” como una "confesión" por parte de su autor: "Cuando pintara a Dios como un bebé me encerraríais en la cárcel: si lo hiciera grande, me haríais peores cosas." No sólo eso, de acuerdo con Lillian Schwartz, el rostro de la Sábana Santa se ajusta con el autorretrato de Leonardo y por lo tanto sería un experimento en técnicas pre-fotográficas ideado por el genio de Vinci. 

De hecho, las fuentes históricas (la primera referencia escrita a la Sábana Santa es una conmemoración de 1389), así como la datación científica por radiocarbono, muestran que la Sábana Santa se hizo en un período de tiempo comprendido entre 1260 y 1390. Por tanto, es bastante probable que sea una obra de arte, pero muy poco probable que fuera pintada por Leonardo, puesto que ya existía alrededor de al menos un siglo antes de que él naciera. 

Escritura en espejo 

Leonardo poseía una técnica de escritura en espejo inusual; es decir, él escribía de derecha a izquierda y, a menudo, escribía en la última hoja, y luego llegaba a la primera. Esta peculiaridad ha sido a menudo interpretada como un intento por parte de Leonardo para mantener su trabajo en secreto e incomprensible para la mayoría de la gente. Los que lo consideran incluso un hereje los llamaban los "escritos del diablo" debido a esta característica. En realidad era su manera espontánea de escribir. Los neurólogos han demostrado que el suyo era un hábito adquirido en la infancia, natural para los zurdos que no fueron corregidos, ya que Leonardo lo era. Escribió también con la caligrafía "normal", pero con menos facilidad y sobre todo en ocasiones demostrativas, como algunos mapas topográficos. No es sorprendente que Leonardo dictara a los demás sus cartas de presentación. 

¿Quién es en realidad la Mona Lisa? 

La identidad de la mujer representada en el retrato más famoso del mundo ha sido largamente debatida. Algunos autores han sugerido, citando pruebas no siempre creíbles, que la mujer era una Sforza, tal vez Catalina, o su madre, Caterina Buti del Vacca, o incluso su media hermana Bianca. Además, hay quienes piensan que la Mona Lisa es nada menos que un autorretrato de Leonardo, como se muestra por una superposición de las dos caras en un ordenador. De hecho, parece bastante seguro que la mujer retratada fue Lisa Gherardini, es decir, "Monna" (abreviatura de "Madonna", o como diríamos hoy "Lady") Lisa, esposa de Francesco del Giocondo (de ahí "Gioconda", como se llama también a la pintura). Sin embargo, bastante más difícil es establecer exactamente la ubicación en el fondo. El puente de la derecha es una reminiscencia de uno en Buriano, cerca de Arezzo, pero lo más probable es que este sea un paisaje idealizado ideado por Leonardo. 

Los Restos Perdidos de Leonardo 

Finalmente, un último misterio: ¿Qué pasó con los restos de Leonardo? Su tumba ya no existe y nadie sabe donde se encuentran sus huesos ahora. A su muerte fue enterrado en la iglesia de Saint- Florentin en Amboise, Francia. Pero en 1802, debido a la erosión del tiempo y el vandalismo revolucionario, las ruinas de la capilla fueron destruidas, y las lápidas y tumbas fueron utilizadas para restaurar el castillo. Los niños jugaban con los huesos abandonados, por lo que un jardinero los recogió y los enterró. En 1863, el poeta Arsène Houssaye descubrió un esqueleto intacto, con un brazo doblado y un amplio cráneo. No muy lejos de ese lugar también desenterró fragmentos de media losa borrada con las siguientes letras legibles: EO DUS VINC. ¿Es quizás el latín para Leonardus Vincius? Estos huesos terminaron en el castillo de Amboise, donde todavía están y donde se afirma que "supuestamente" pertenecen a Leonardo. 

Pero, como muchas otras preguntas en torno a la increíble vida de la maravilla del Renacimiento, ésta probablemente también seguirá quedando para siempre sin respuesta.

ARTÍCULO ORIGINAL EN INGLÉS: http://www.csicop.org/si/show/the_mysteries_of_leonardo

lunes, 5 de mayo de 2014

LECCIONES DE INMORTALIDAD Y MORTALIDAD DE MI PADRE, CARL SAGAN

Los artículos de la familia Sagan siguen nutriendo para bien nuestro espacio en este blog. Ahora es el turno de Sasha Sagan, hija de Carl y Anne Druyan, la que narra la manera en que su padre le explicó cómo afrontar la muerte y cómo entendía nuestro lugar en el universo como especie. Nos parece un magnífico artículo que viene a redondear el que hace unas semanas traducimos de Anne Druyan y que tanto os gustó a tenor de los comentarios en redes sociales y visitas recibidas. Otra pequeña joya para revisitar una y otra vez.
Sasha junto a su padre Carl Sagan en 1988
Vivíamos en una casa de piedra de color arena con una serpiente alada grabada y un disco solar sobre la puerta. Parecía algo salido de la antigua Sumeria, o de Indiana Jones - pero no era, en ningún caso, algo que uno esperaría encontrar en el estado de Nueva York. Daba a una garganta profunda, y más allá de esta estaba la ciudad de Ítaca. A principios del siglo pasado había sido la sede de una sociedad secreta en Cornell llamada la Tumba de la Cabeza de Esfinge, pero en la segunda mitad del siglo se añadieron algunas habitaciones y una cocina y, por la década de 1980, se había convertido en una casa privada donde yo vivía con mis maravillosos madre y padre.

Mi padre, el astrónomo Carl Sagan, enseñó ciencias espaciales y pensamiento crítico en Cornell. En ese momento, él había llegado a ser bien conocido y frecuentemente aparecía en la televisión, desde la que inspiró a millones con su curiosidad contagiosa sobre el universo. Pero dentro de la cabeza de la Tumba de la Cabeza de Esfinge, él y mi madre, Ann Druyan, escribieron libros, ensayos y guiones de cine juntos, trabajando para popularizar la filosofía del método científico en lugar de la superstición, el misticismo y la fe ciega que sentían que amenazaba con dominar la cultura. Estaban profundamente enamorados - y ahora, como adulto, puedo ver que sus colaboraciones profesionales eran una expresión más de su unión, otra manera de hacer el amor. Uno de esos proyectos fue el de la serie de 13 episodios “Cosmos”, que mis padres co-escribieron y mi padre presentó en 1980 - una nueva encarnación de ésta que mi madre ha vuelto a introducir en las noches de domingo en la Fox.

Después de varios días en la escuela primaria, llegaba a casa y recibía tutorías de inmersión en el pensamiento escéptico y lecciones de historia secular del universo, una conversación frecuente durante la cena en aquellos tiempos. Mis padres pacientemente se entretenían con una serie interminable de "¿por qués?", sin que nunca me encontrase con un "porque yo lo digo" o "así son las cosas." Cada consulta tuvo una respuesta reflexiva y honesta, incluso aquellas para las cuales no hay respuestas. 

Un día, cuando yo todavía era muy joven, le pregunté a mi padre acerca de sus padres. Conocía a mis abuelos maternos íntimamente, pero quería saber por qué nunca había conocido a sus padres. 

"Porque murieron", dijo con nostalgia. 

"¿Alguna vez los verás de nuevo?", le pregunté.

Él consideró su respuesta cuidadosamente. Por último, dijo que no había nada que le gustaría más en el mundo que ver a su madre y su padre de nuevo, pero que él no tenía ninguna razón - ni ninguna prueba - para apoyar la idea de una vida futura, por lo que no podía ceder a la tentación. 

"¿Por qué?" 

Entonces me dijo, con mucha ternura, que puede ser peligroso creer cosas sólo porque quieras que sean verdad. Puedes ser engañado si no te cuestionas a ti mismo y a otros, especialmente a las personas con una posición de autoridad. Me dijo que todo lo que es verdaderamente real puede resistir el escrutinio. 

Por lo que puedo recordar, esta es la primera vez que empecé a comprender la perdurabilidad de la muerte. Como viré en una especie de mini-crisis existencial, mis padres me consolaban sin desviarse de su visión del mundo científico.

"Tú estás viva en este mismo segundo. Eso es una cosa increíble," me dijeron. Si tenemos en cuenta el número casi infinito de bifurcaciones en el camino que conducen a nacer a una sola persona, dijeron, debes estar agradecida de estar en este mismo segundo. Piensa en el enorme número de posibles universos alternativos en los que, por ejemplo, tus tatara-tatara-abuelos nunca se encuentran y en los que tu nunca llegas a existir. Por otra parte, tienes el placer de vivir en un planeta en el que has evolucionado para respirar el aire, beber el agua, y amar el calor de la estrella más cercana. Estás conectada con las generaciones a través del ADN - y, aún más atrás, con el universo, porque cada célula de tu cuerpo fue cocinada en los corazones de las estrellas. Somos materia estelar, mi papá dijo la famosa frase, y él me hizo sentir de esa manera.

Mis padres me enseñaron que a pesar de que no es para siempre – porque no es para siempre - estar vivo es algo profundamente hermoso por lo cual cada uno de nosotros debe sentirse profundamente agradecido. Si viviéramos para siempre, no sería tan sorprendente.

Cuando tenía 7 años, nos mudamos a otra casa más grande a cinco minutos por la gestación de mi hermano, Sam. La Tumba de la Cabeza de Esfinge fue vaciada por un tiempo antes de que mis padres comenzaran el proceso de renovación. Ellos querían un espacio para escribir y leer y colaborar en paz. La remodelación fue un proceso largo, como siempre lo es, pero cuando la hermosa nueva encarnación de produjo, no se utilizó mucho. Poco después, mi padre empezó a tener un aspecto pálido y a sentirse un poco débil. Un chequeo llevó a un análisis de sangre, que vino con la noticia de que tenía una enfermedad rara de la sangre.

Nos mudamos a Seattle, por lo que podría ser tratado por los mejores médicos. Remisión, recaída, trasplante de médula ósea; recaída, trasplante de médula ósea número dos, remisión; recaída, trasplante de médula ósea número tres. Y justo en el solsticio de invierno de 1996, murió. Yo tenía 14 años de edad.

La Tumba de la Cabeza de Esfinge que había quedado sin usar, poco a poco se llenó de papeles de mi padre, notas escritas a mano, fotografías, listas de tareas pendientes, tarjetas de cumpleaños, dibujos infantiles, y los boletos de calificaciones. Miles de artículos individuales, en cajas archivadoras apiladas de 18 metros de altura. Mi madre buscó un hogar para estos recuerdos y manuscritos - la evidencia de una gran vida vivida por un gran hombre - pero ninguna universidad o institución estaba dispuesta a darles el cuidado de conservación ni la prominencia que sentía que merecían.


A medida que los meses se convirtieron en años, ella se dedicó a continuar el legado de mi padre, de alguna manera continuando su unión y colaboración después de su muerte. Cuando mi madre tuvo la idea de hacer una versión nueva y actualizada de Cosmos, se embarcó en cuatro años de lanzamientos, reuniones y quizás. Entonces conoció a Seth McFarlane, creador de “Padre de familia”, que era un gran fan del trabajo de mi papá. Y pronto, en gran parte gracias a Seth, un nuevo Cosmos estaba en marcha. Con mi madre al timón y el encantador Neil deGrasse Tyson como anfitrión, decenas de millones de personas más están siendo expuestos a la grandeza de la ciencia y a las maneras de gozoso escepticismo de mi papá.
Pero hay algo más que Seth hizo por el legado de mi padre, que ha sido significativamente menos tuiteado: Él hizo posible que todos los contenidos de la Tumba de la Cabeza de Esfinge - todos los ensayos sobre el invierno nuclear, los papeles sobre el clima de Venus, las ideas desechadas, un dibujo de la infancia de un volante para una misión interestelar imaginada - fuesen conservados en la Biblioteca del Congreso. 

Es un enorme honor que me hace sentir que mi padre, en la muerte, ha alcanzado una especie de inmortalidad - aunque pequeña, humana inmortalidad terrenal. Pero esa es la única clase de inmortalidad que una persona puede aspirar a lograr. Algún día nuestra civilización se desmoronará. La Biblioteca del Congreso estará en ruinas, la Biblioteca de Alejandría de otros. En el sentido más amplio, nuestra especie eventualmente se extinguirá, o se transformará en otra cosa que no va a venerar lo que veneramos. Y luego, unos pocos miles de millones de años más tarde, cuando el sol se encuentre con su propio fin, toda la vida en la Tierra morirá con él.

Al crecer, yo había aprendido todas las razones de mi padre por las que la inmortalidad real es imposible, sin embargo, no podía dejar de imaginar a escolares del siglo XXIII o XXIV mirando la caligrafía de mi padre bajo un cristal y sentir que su vida se había extendido de alguna manera tangible. 

A paso ligero, un día gris de noviembre pasado, durante la semana que habría sido su 79 cumpleaños, mi familia, nuestros amigos, y muchos de los colegas de mi padre y de antiguos alumnos se reunieron en Washington DC para celebrar la nueva colección Seth Macfarlane del Archivo de Carl Sagan y Ann Druyan. Pero cuando entré en la enorme catedral de la historia del país, no estaba abrumada por un sentido de la inmortalidad, sino su antítesis. Frente a las famosas copias originales de la Biblia de Gutenberg y el Discurso de Gettysburg me di cuenta: Esto no era un monumento a la vida eterna, sino un mausoleo.

En el camino a veces las parejas renuevan sus votos, nosotros renovamos nuestro dolor. Y en ese momento mi padre estaba a la vez tan vivo en las mentes de aquellos que lo amaban como dolorosamente muerto. El enigma de la mortalidad y la inmortalidad se cristalizó para mí en la Biblioteca del Congreso ese día, pero es la misma paradoja de nuestro pequeño lugar en el enorme universo que mis padres me enseñaron al principio en la Tumba de la Cabeza de Esfinge.