miércoles, 26 de marzo de 2014

EN DEFENSA DEL TÉRMINO "ESPIRITUAL"


Sam Harris escribió en 2012 un pequeño artículo en su blog en el que da su versión del término "espiritual", tan manido entre gurús y demás fauna creyente, para hablar del mal uso etimológico que estos hacen de él y el cómo la ciencia ha renunciado a su uso por no mezclarse con aquellos. Con motivo del estreno de "Cosmos" y el uso que Neil deGrasse Tyson ha hecho en el programa de esta controvertida palabra, Harris ha rescatado su propio artículo para discutir si es correcto desde un punto de vista científico hablar de lo "espiritual".

Sam Harris

Al escribir mi próximo libro, voy a tener que enfrentarme a la animadversión que mucha gente siente por el término "espiritual". Cada vez que uso la palabra –por ejemplo en referencia a la meditación como una "práctica espiritual"- inevitablemente escucho a compañeros escépticos y ateos que piensan que he cometido un grave error.

La palabra "espíritu" viene del latín spiritus, que a su vez es una traducción del griego pneuma, que significa "aliento". Alrededor del siglo 13, el término se ligó a nociones de almas inmateriales, seres sobrenaturales, fantasmas, etc. Adquirió otras connotaciones como cuando hablamos del espíritu de las cosas como su principio más esencial, o de ciertas sustancias volátiles y licores como espíritus. Sin embargo, muchos ateos consideran ahora lo "espiritual" como algo profundamente envenenado por su asociación con la superstición medieval.

Me esfuerzo por la precisión en mi uso de la lengua, pero no comparto esas preocupaciones semánticas. Y quiero señalar que mi difunto amigo Christopher Hitchens –para nada enemigo del lexicógrafo- tampoco lo compartía. Hitch cree que "espiritual" era un término del que no podíamos prescindir, y en varias ocasiones lo arrancó del lodazal de lo sobrenatural en el que ha languidecido durante casi mil años.

Es cierto Hitch no pensaba en la espiritualidad precisamente de la manera en que yo lo hago. Por su parte habló de los placeres espirituales ofrecidos por ciertas obras de la poesía, la música y el arte. La simetría y la belleza del Partenón encarnaban este feliz extremo para él, sin el requisito de tener que admitir la existencia de la diosa Atenea, y mucho menos de tenernos que dedicarnos a su culto. Hitch también utilizó los términos "numinoso" (que está relacionado con la manifestación de poderes divinos N. del T.) y "trascendente" para marcar ocasiones de gran belleza o importancia-y para él el Campo Profundo del Hubble era un ejemplo de ambos. Estoy seguro de que era consciente de que las excursiones pedantes al Diccionario Inglés de Oxford también producirían vergüenzas etimológicas con respecto a estas palabras. Carl Sagan también utilizó libremente el término espiritual de la misma manera. (Véase C. Sagan 1995 “El mundo y sus demonios” Nueva York:...... Random House, página 29)

Debemos recuperar las buenas palabras y usarlas bien-y esto es lo que pretendo hacer con "espiritual." No tengo problemas con el uso general de la palabra de Hitch y de Sagan para significar algo así como "la belleza o la significancia que provoca admiración”, pero creo que también podemos usarlo en un estrecho y, de hecho, más personalmente transformador sentido.

Por supuesto, "espiritual" y sus afines tienen algunas asociaciones desafortunadas no relacionadas con su etimología-y voy a esforzarme al máximo para cortar esos lazos también. Pero no parece haber ningún otro término (aparte de la aún más problemática "mística" o la más restrictiva "contemplativa") con el que discutir los esfuerzos deliberados que algunas personas hacen para superar su sentimiento de separación a través de la meditación, la psicodelia, u otros medios de inducción de estados no ordinarios de conciencia. Y me encuentro con neologismos pretenciosos y molestos. Por lo tanto, me parece que no tengo otra opción: "Espiritual" lo es.

jueves, 20 de marzo de 2014

ANN DRUYAN HABLA SOBRE CIENCIA Y RELIGIÓN

Ann Druyan es la co-escritora junto al fallecido Carl Sagan de la premiada serie Cosmos de la que la semana pasada empezaron a emitirse nuevos episodios, ahora de la mano de Neil deGrasse Tyson. Es co-fundadora de Cosmos Studios, así como Directora del Programa de Cosmos 1, la primera misión de la nave espacial de vela solar. Ella y Carl Sagan se casaron hasta la muerte de éste en 1996. Tienen dos hijos. Escrito por Ann, este es uno de los artículos más bonitos que hemos tenido el placer de traducir, ejemplo de vida, valentía y honradez intelectual. Disfrútalo.


He estado pensando acerca de la visión distorsionada sobre la ciencia que prevalece en nuestra cultura. Me he estado preguntando acerca de esto, porque nuestra civilización es completamente dependiente de la ciencia y la alta tecnología, pero la mayoría de nosotros estamos alienados de la ciencia. Estamos alejados de sus métodos, sus valores y su lenguaje. ¿Quién es el científico en nuestra cultura? Pues el Dr. Fausto, el Dr. Frankenstein, el Dr. Strangelove. Es el hacedor del pacto con el diablo que está obligado a terminar mal. ¿De dónde viene eso? Hemos tenido un largo período de éxito sin precedentes en el descubrimiento científico. Podemos hacer cosas que incluso nuestros antepasados ​​recientes considerarían magia, y sin embargo, nuestra autoestima como especie parece baja. Odiamos y tememos a la ciencia. Tememos a la ciencia y tememos al científico. Un tema común de las películas populares es alguna clase de científico loco sentado en algún sitio pretendiendo arruinar lo que es más preciado para todos nosotros.

Creo que las raíces de este antagonismo con la ciencia son muy profundas. Son antiguas. Las vemos en el Génesis, en esa primera historia, nuestro mito fundacional, en la que los primeros seres humanos están condenados y malditos eternamente por hacer una pregunta, por comer del fruto del árbol del conocimiento. Es desconcertante que Edén sea sinónimo de paraíso cuando, si se piensa en ello, es más como una prisión de máxima seguridad con vigilancia las veinticuatro horas. Es un lugar horrible. Adán y Eva no tienen infancia. Despiertan ya adultos. ¿Qué es un ser humano sin una infancia ? Nuestra larga infancia es una característica fundamental de nuestra especie. Nos diferencia, gradualmente, de la mayoría de las otras especies. Nos tomamos más tiempo para madurar. Dependemos de estos años de formación y del tejido social para aprender muchas de las cosas que necesitamos saber.

Así que aquí están Adán y Eva, que han despertado en plena madurez, sin la ternura y la memoria de la infancia. No tienen madre, ni tampoco nunca tendrán ninguna. La idea de un mamífero sin una madre es, por definición , trágica. Es el tipo de herida más profunda para nuestra especie; antitético a nuestra prosperidad, a lo que somos .

Su padre es una voz aterradora, sin cuerpo, que está furioso con ellos desde el primer momento en que despiertan. Él no dice: "¡Bienvenidos al planeta Tierra, mis hermosos hijos! Bienvenidos a este paraíso. Miles de millones de años de evolución te han preparado para que seas más feliz aquí que en cualquier otro lugar del vasto universo. Este es tu paraíso.” No, en cambio Dios pone a Adán y Eva en un lugar donde no puede haber amor. Sólo el miedo, y el comportamiento basado en el miedo, la obediencia. Dios amenaza con matar a Adán y Eva si desobedecen sus deseos. Dios les dice que el peor crimen, un delito capital, consiste en hacer una pregunta para participar del fruto del árbol del conocimiento. ¿Qué clase de padre es este? Como observó Diderot, el Dios del Génesis "amaba a sus manzanas más que a sus hijos."

Este imperativo de no ser curioso es probablemente el aspecto más auto-odioso de todos, porque ¿cuál es nuestra ventaja selectiva como especie? No somos los más rápidos. No somos los más fuertes. No somos los más grandes. Sin embargo, sí tenemos una ventaja selectiva que nos ha permitido sobrevivir y prosperar y perdurar: Un cerebro relativamente grande en relación con el tamaño de nuestro cuerpo. Esto ha hecho posible para nosotros hacer preguntas y reconocer patrones. Y poco a poco a través de generaciones hemos convertido esta aptitud en una capacidad de reconstruir nuestro pasado distante, cuestionar los orígenes del universo y de la vida misma. Es nuestra única ventaja, y sin embargo, esta es la única cosa que Dios no quiere que tengamos: conciencia, conciencia de nosotros mismos.

Quizás el Génesis debería leerse como una historia irónica. Aquí hay un dios que no nos da el conocimiento del bien y del mal. Él sabe que no conocemos adecuadamente el mal. Sin embargo, nos dice que no hagamos algo de todos modos. ¿Cómo se puede esperar de alguien que no conoce el bien y el mal que haga lo correcto? Al desobedecer a Dios, nos escapamos de su prisión totalitaria donde no se puede hacer ninguna pregunta, en la que nunca se debe cuestionar la autoridad. Nos convertimos nosotros mismos en seres humanos.

Nuestra nación fue fundada en un acto heroico de desobediencia a un rey que presumía de gobernar por derecho divino. Hemos creado mecanismos sociales y legales para institucionalizar el cuestionamiento de la autoridad y la participación de cada persona en el proceso de toma de decisiones. Es la cosa más original sobre nosotros, nuestra mayor contribución a la civilización mundial. Hoy en día, nuestros no-exactamente-elegidos funcionarios tratan de hacer que parezca como si cuestionar esta antigua historia sea erróneo. . . . Que la enseñanza de nuestra comprensión de la evolución de la naturaleza, que es un producto de lo que hemos sido capaces de descubrir a través de generaciones, de alguna manera es antiamericana o irrespetuosa con las creencias tan fuertemente arraigadas. Como si no debiéramos enseñar a nuestros hijos lo que hemos aprendido acerca de nuestros orígenes, sino que deberíamos seguir enseñándoles esta historia que demoniza a las mejores cualidades de nuestros padres fundadores.

Esto no tiene sentido y me lleva a una pregunta : ¿Por qué separamos lo científico, que es sólo una forma de búsqueda de la verdad, de lo que consideramos sagrado, que son aquellas verdades que inspiran amor y temor? La ciencia no es nada más que una interminable búsqueda de la verdad. ¿Qué podría ser más profundamente sagrado que eso? Estoy segura que la mayoría de lo que amamos y apreciamos más, y aquello en lo que creemos en este mismo momento, será revelado en algún momento en el futuro como algo meramente producto de nuestro tiempo y de nuestra historia y de nuestra comprensión de la realidad. Así que aquí está este proceso, de esta manera, este mecanismo para encontrar pedazos de realidad. Ningún pedacito es sagrado. Pero la búsqueda sí lo es .

Y así perseguimos el conocimiento usando el método científico para descubrir constantemente todos los errores que los seres humanos hacen crónicos, todas las mentiras que nos contamos a nosotros mismos para combatir nuestros miedos, todas las mentiras que nos decimos los unos a los otros. Aquí está la ciencia, justamente trabajando como una máquina incansable. Es un éxito fenomenal, pero su trabajo nunca se terminará .

En 400 años , hemos evolucionado desde un planeta de gente que estaba absolutamente convencida de que el universo giraba alrededor de ellos, sin la menor idea de que el Sol no gira alrededor de nosotros, y mucho menos de que no somos más que una minúscula parte de una galaxia que contiene aproximadamente cien mil millones de estrellas. Si los científicos tienen razón, si los recientes descubrimientos de planetas que giran alrededor de otras estrellas son correctos, hay quizás quinientos mil millones de mundos en esta galaxia, en un universo de tal vez unos cien mil millones de galaxias. Y es concebible, incluso posible, que este universo pudiera un día ser revelado por ser nada más que un electrón en un universo mucho mayor. Y aquí está una civilización que no tenía absolutamente ni idea hace cuatrocientos o quinientos años sobre su propio pequeño mundo y la imposible inmensidad mayor que lo rodea. Éramos como un pequeño montón de moscas de la fruta alrededor de una uva pensando en esta uva como el centro de todo lo que es. Para nuestros antepasados ​​el universo fue creado para un género particular de una especie en particular de un grupo en particular entre toda la impresionante variedad de vida que se encuentra en este pequeño mundo .

Sólo había un problema. Estos seres tan especiales para los cuales fue creado el universo tenían una fiesta llamada Pascua y la querían poder celebrar el mismo día a la misma hora. Pero en ese universo geocéntrico que felizmente habitaban, no había manera de crear un calendario viable que fuese coherente. En ese momento, hubo una frase para describir lo que era la ciencia. Está impregnada de inocencia encantadora y no poca auto-conciencia. Se llamaba salvar las apariencias. Esa fue la tarea de la ciencia: Guardar las apariencias. Encontrar una manera de tomar las apariciones reportadas de las estrellas y los planetas en el cielo y predecir con alguna fiabilidad donde estarían en el futuro. Es casi como si supieran que estaban viviendo una mentira cósmica. Llamarlo salvar las apariencias es maravilloso.

Así que se convocó el Concilio de Letrán de 1514, y uno de sus principales objetivos era descubrir un calendario que todo el mundo pudiera utilizar para que no estuvieran celebrando Pascua en días diferentes. Un hombre llamado Nicolás Copérnico, que era un hombre muy religioso, cuya carrera la hizo totalmente en la iglesia, ya se había dado cuenta de cuál era el problema. Fue invitado a presentar esta información en el Consejo, pero se negó porque sabía lo peligroso que sería perforar esta ilusión cosmológica. A pesar de que el Papa en ese momento no estaba en realidad terriblemente al corriente de esta idea, los temores de Copérnico no eran infundados. Incluso sesenta años más tarde, un hombre llamado Giordano Bruno fue quemado vivo por una razón: él no pronunció la frase: "No hay otros mundos."

He pensado mucho en esto . ¿Tendrías las agallas para estar dispuesto a ser quemado vivo? Bruno no tenía comunidad de pares para incitarlo. Él ni siquiera era un científico, en realidad no tenía ninguna evidencia científica, pero eligió esta muerte horrible porque se negó a decir esta frase: " No hay otros mundos." Es una cosa magnífica, es un misterio maravilloso para mí, y no creo que llegue a entender completamente cómo fue posible .

Copérnico encontró el coraje de publicar su idea cuando estaba cómodamente cerca de la muerte natural. Cuando en 1543, “Sobre las revoluciones de las esferas celestes” fue publicado, algo sin precedentes ocurrió: un trauma del que nunca nos hemos recuperado. Hasta ese momento, lo sagrado y lo científico había sido uno. Los sacerdotes y los científicos habían sido lo mismo. Es cierto que dos milenios antes de Copérnico habían habido los filósofos presocráticos, que realmente fueron los inventores de la ciencia y los valores democráticos de nuestra sociedad. Estos antiguos griegos podían imaginar un universo y un mundo sin Dios. Pero fueron por mucho la excepción, floreciendo demasiado brevemente antes de ser casi completamente extirpados filosóficamente por los platónicos. Muchos de sus libros fueron destruidos. Platón odiaba su materialismo y lo de los ideales igualitarios. Así que en realidad no fue una escuela de pensamiento vibrante con una continua tradición la que sobrevivió a través del tiempo, atreviéndose a explicar la maravilla de la naturaleza sin tener que recurrir a la hipótesis de Dios.

En realidad, todo empezó con un grupo de hombres religiosos poco corrientes como Copérnico, Newton, Kepler, y ( mucho más tarde ), incluso Darwin, quienes catalizaron esa separación entre nuestro conocimiento de la naturaleza y lo que creíamos en lo más profundo de nuestros corazones. Los cuatro tampoco tenían carreras religiosas o las estaban considerando como una profesión. Eran interrogadores brillantes y utilizaron las herramientas más agudas que tuvieron para buscar lo que era sagrado. Tenían la suficiente confianza en la realidad de lo sagrado como para estar dispuestos a mirarlo tan profundamente como fuera humanamente posible. Esta búsqueda inquebrantable llevó a nuestro mayor despertar - la revolución científica moderna espiritual. Fue un gran avance espiritual, y creo que es nuestra falta de reconocimiento a eso lo que explica gran parte de la soledad y la locura de nuestra civilización, esa gran parte del conflicto y odio a nosotros mismos . En ese momento, el público y sus instituciones religiosas, por supuesto, rechazaron de plano sus más profundas ideas sobre la naturaleza. Fue varios cientos de años antes de que el público realmente pensase en esto, y se tomó en serio lo que decía Copérnico. Los últimos cuatro siglos de desconexión entre lo que nuestros mayores nos decían y lo que sabíamos que era verdad han sido costosos para nuestra civilización.

Yo creo que todavía tenemos un caso agudo de síndrome de estrés post- copernicano. No hemos resuelto el trauma de perder nuestro sentido infantil de la centralidad en el universo. Y así, como sociedad, mentimos a nuestros hijos. Les contamos una historia paliativa, casi para garantizar que van a ser niños para toda su vida. ¿Por qué?¿ Es la idea de que muramos tan inaceptable ? ¿Es la idea de que somos pequeños y el universo demasiado vasto un golpe a nuestra inestable autoestima?

Sólo ha sido a través de la ciencia que hemos sido capaces de perforar esa infantil y disfuncional necesidad de ser el centro del universo, el único objeto de amor de su creador. La ciencia ha hecho posible la reconstrucción de nuestro pasado lejano y sin la necesidad de idealizarlo, como un adulto incapaz de hacer frente a los abusos de la infancia. Hemos sido capaces de ver nuestra pequeña casita tal como es. Nuestra concepción de nuestro entorno no necesita seguir siendo el punto de vista desproporcionado del todavía niño pequeño. La ciencia nos ha llevado al umbral de aceptación de la inmensidad. Nos ha llevado a la pasarela del universo. Sin embargo, estamos espiritualmente y culturalmente paralizados e incapaces de movernos hacia adelante, para abrazar la inmensidad, para abrazar nuestra falta de centralidad y encontrar nuestro lugar real en el tejido de la naturaleza. Que incluso hagamos ciencia es un indicio de esperanza para nuestra salud mental. Es un gran avance. Sin embargo, no es suficiente; hay que tomarlo en serio.

¿Qué sucedió hace cuatrocientos o quinientos años? Durante este período hubo una gran bifurcación. Hicimos una especie de acuerdo con nosotros mismos. Dijimos, bueno, gran parte de lo que creíamos y lo que nuestros padres y nuestros antepasados ​​nos enseñaron, es insostenible. La Biblia dice que la Tierra es plana. La Biblia dice que fuimos creados por separado del resto de la vida. Si nos fijamos en su verdad, tienes que renunciar a estas ideas básicas, hay que admitir que la Biblia no es infalible, que no es la verdad del espíritu del creador del universo. Entonces, ¿qué hicimos? Hicimos un tratado corrupto que dio lugar a una paz turbulenta: Construimos una pared dentro de nosotros mismos.

Nos hizo enfermos. En nuestras almas apreciábamos un mito que no tenía raíces en la naturaleza. Lo que en realidad sabíamos de la naturaleza lo compartimentamos en un lugar que no podía tocar nuestras almas. Las iglesias acordaron dejar de torturar y asesinar a los científicos. Los científicos pretendieron que el conocimiento del universo no tuviese implicaciones espirituales.

Es una tragedia catastrófica que la ciencia cediese la elevación espiritual de sus revelaciones centrales: la inmensidad del universo, la inmensidad del tiempo, la relación entre todas las formas de vida y que lo que hay de precioso en este pequeño mundo .

Cuando digo "espiritual", nombro una palabra complicada que tiene algunas asociaciones desagradables. Aún así, tiene que haber una palabra para ese sentimiento de inmensidad que experimentamos cuando contemplamos 13 mil millones de años de evolución cósmica y cuatro mil quinientos millones de años de la historia de la vida en este planeta. ¿Por qué deberíamos renunciar a eso? ¿Por qué no se lo damos a nuestros hijos? ¿Por qué es que en una ciudad como Los Ángeles, una ciudad de tantas iglesias y templos y mezquitas, sólo hay un lugar como este Centro para la Investigación? ¿Y eso es sólo para los que estamos hoy aquí? ¿Menos de un centenar de personas en una ciudad de millones? ¿Por qué? ¿Por qué el mensaje de la ciencia no agarra a la gente de sus almas y les da el tipo de gratificación emocional que la religión ha dado a tanta gente?

Esto es algo contra lo que creo tenemos que luchar a brazo partido. Hay una confusión general en nuestra sociedad. Hay una gran pared que separa lo que sabemos de lo que sentimos.

La medicina ha tenido un juramento que se remonta a Hipócrates. Hipócrates es un personaje increíble, tanto el padre de la ética científica como el primer articulador de la idea de que la humanidad se libera al descubrir el universo. Él es uno de los filósofos presocráticos de los que hablaba antes, y dijo algo que resonó dentro de mí en un momento de mi vida en el que me di cuenta de lo que iba a ser mi camino. Sus palabras me inspiraron a intentar tan duro como pudiera en mi propia vida el hacer que importase lo que es verdad . Hipócrates estaba escribiendo en un ensayo llamado “Enfermedad Sagrada” hace 2.500 años. Estaba escribiendo acerca de la enfermedad sagrada que ahora se llama epilepsia, y con total naturalidad dijo algo que me golpeó como un rayo. Voy a parafrasear : "¿La gente cree que esta enfermedad es sagrada, simplemente porque no saben cuál es su causa? Algún día creo que lo harán, y el momento en que averigüen por qué las personas tienen epilepsia, dejará de ser considerado divino." ¿Por qué no tenemos escuelas de todo el mundo que enseñen a los niños acerca de Hipócrates, sobre el poder de hacer preguntas, en lugar de cuentos con moraleja sobre el castigo por hacerlo? A nuestros niños no se les enseña en la escuela sobre Hipócrates, no se les enseña acerca de este proceso multigeneracional de despojarnos de las supersticiones, el reconocimiento de un falso patrón, y todas las cosas que van con él, el racismo, el sexismo, la xenofobia, toda esa constelación de equipaje que llevamos con nosotros. Vivimos en una sociedad donde ahora nuestro liderazgo tiene que ver con la promoción de la superstición, la promoción de la xenofobia.

A mí me parece que el mayor reto al que nos enfrentamos es el de desarrollar un lenguaje que acople el escepticismo de mirada fría y el rigor de la ciencia con un sentido de comunidad, un sentido de pertenencia que la religión ofrece. Tenemos que hacer que lo que es verdad importe. Si por el contrario se dice que lo que realmente importa es tener fe, lo que realmente importa es creer, nunca vamos a llegar allí. No es suficiente tener cuarenta minutos de ciencia en el programa de la escuela todos los días, porque la ciencia no debe ser compartimentada de esa manera. La ciencia es una forma de verlo absolutamente todo.

Lo que me parece decepcionante sobre la mayoría de las creencias religiosas es que son una especie de declaración de desprecio por la naturaleza y la realidad. Son absurdamente arrogantes. Contiene los mitos de unos pocos miles de años por encima de muchos miles de millones de viaje de la naturaleza. Dicen que la realidad es inferior y menos satisfactoria que las historias que inventamos.

Tenemos que crear una comunidad de escepticismo para personas de todas las edades. Necesitamos desesperadamente un poco de buena música. No tenemos que cortar las esquinas en nuestro espíritu de escepticismo. Tenemos que aprender a inculcar un sentido de comunidad, una experiencia racional de la comunión con la naturaleza y con los demás.

Me encantaría ver, en realidad, no tanto la construcción de más Centros para la Investigación, lo que sería genial, sino ¿por qué no hacerse cargo de los planetarios del país, de los cuales hay cientos, y convertirlos en lugares de culto? No el culto a la ciencia que tenemos ahora. Siempre dan el mensaje, una y otra vez, que nuestra comprensión podría estar equivocada, esto es lo que pensamos en este momento. La maravilla de la ciencia es que es posible que descubra que todo esto es falso. Por qué no hacerse cargo de estos lugares y celebrar los servicios en los planetarios. Podemos conectar. Podemos encontrar la inspiración en las revelaciones de la ciencia. Podemos tener el escepticismo y el asombro, ambos.

Para mí, la fe es la antítesis de los valores de la ciencia. No la esperanza, que es muy diferente de la fe. Tengo mucha esperanza. La fe está diciendo que se puede conocer el resultado de las cosas sobre la base de lo que se espera que sea verdad. Y la ciencia está diciendo que en ausencia de pruebas, debemos retener el juicio. Es tan difícil de hacer. Es tan tentador creer en el detector de mentiras o en el cielo o que el como tu eres está basado en el día del mes en que naciste. Es una especie de autoestima no ganada. Es una identidad que se puede ir adecuando, y eso es tremendamente tranquilizador. Por lo tanto, no tengo ninguna fe, pero tengo mucha esperanza, y tengo un montón de sueños sobre lo que podríamos hacer con nuestra inteligencia si tuviéramos la voluntad y el liderazgo y la comprensión de como podríamos aprovechar nuestra inteligencia y nuestros recursos y crear un mundo para nuestros hijos que sea esperanzador.

Tuve una experiencia maravillosa al escribir para el relativamente nuevo Rose Center en el Planetario Hayden de Nueva York. Es la realidad más grande de teatro virtual en la Tierra; totalmente inmersiva en la experiencia de viajar a través del universo. Tuve el honor de co-escribir, junto a nuestro co-guionista de Cosmos Steve Sotero , los dos primeros shows que inauguraron el centro planetario. Y esto es lo que me hizo pensar en cómo podríamos ofrecer algo que fuera al menos tan convincente como lo que cualquiera en el negocio de la religión está ofreciendo. Tenemos la oportunidad de llevarte a través del universo, y a través de la historia no sólo de la Vía Láctea, sino también el universo más grande, y para decir algo - el segundo  de los documentales se llama “La búsqueda de vida , ¿Estamos solos?” - Algo acerca de la naturaleza de vida. Es un mensaje muy inflexible acerca de la evolución y creo que fomenta muy directamente el tipo de valores e ideas que creo que compartimos. Cada niño que va a una escuela pública de la ciudad es llevado a estos espectáculos. Fue revelador para mí, en primer lugar, hasta dónde se puede ir en esta dirección, y lo que se podría hacer con la música y una capacidad técnica fantástica que te permitiese recorrer la parte del universo conocido para conocer algo acerca de él. De verdad te aferras a tu silla. Te sientes como si fueras a viajar a través de las galaxias. Es edificante. Recibo constantemente correos electrónicos acerca de esto y todos dicen lo mismo: que me hizo sentir parte de algo. Usted me hizo sentir, aunque soy muy pequeño, que soy parte de este mayor tejido de la vida que es tan hermoso. Y ese es el tipo de cosas en lo que Cosmos Studios está trabajando, todos nuestros proyectos. Si no se combina la ciencia rigurosa con esa sensación de elevación, de inmensidad, entonces este proyecto para nosotros no sirve. Así que diría que hay mucho en el mundo del espectáculo que podríamos estar haciendo y tiene el poder de llegar realmente a la gente .

Desde que fundamos Cosmos Studios en la primavera de 2000, hemos logrado lo siguiente: Vamos a lanzar Cosmos 1, la primera nave de vela solar a finales de este año. Nuestros socios son la Sociedad Planetaria y el Centro de Investigación Espacial Babakin de Rusia. En realidad, estamos lanzando la nave espacial desde un misil balístico intercontinental con base en un submarino ruso. Hemos adoptado esta arma de destrucción masiva y la hemos convertido en un medio para avanzar hacia el sueño de la exploración espacial. La vela solar es una idea que ha existido en torno a la ciencia desde la década de 1920, pero nunca se ha intentado antes. Si tenemos éxito, habremos demostrado un medio práctico para, literalmente, montar en la luz haciendo el camino a las estrellas. Comparamos nuestra vela solar a lo que hicieron los hermanos Wright en Kitty Hawk, porque a pesar de que estuvo en el aire durante sólo doce segundos y a 165 pies, demostraron que el vuelo con motor en un vehículo más pesado que el aire era posible. Lo que estamos tratando de demostrar es que la vela solar es posible, y ésta es la única manera físicamente sana que conocemos para viajar tan rápido que empieza a ser factible hacer vuelos interestelares en el tiempo humano de escalas de dos mil años hasta la estrella más próxima en vez de veinte mil años.

Cosmos Studios ha financiado la investigación que se ha traducido en dos artículos publicados en la revista Science. Hemos producido una versión perfectamente arreglada de la serie de televisión Cosmos con trece horas en DVD. Hemos producido tres documentales de larga duración. Tal vez nuestro proyecto más prometedor es una nueva forma ambiciosa de enseñar la ciencia desde preescolar hasta la escuela secundaria. Esto implica un enfoque totalmente nuevo en los planes de estudio. Esperamos involucrar a la gente desde la primera infancia en la ciencia como una forma de pensar.

También estoy trabajando en un libro que trata sobre los temas que he tratado de cubrir aquí.

[En respuesta a una pregunta sobre el papel de Carl Sagan en la obtención de apoyo para la búsqueda científica legítima de inteligencia extraterrestre (SETI) y entendiéndose con los creacionistas]:

El Congreso cortó el financiamiento federal para el SETI hace años. Yo estaba con Carl cuando entró en la oficina del senador William Proxmire después de que éste hubiese dado el premio Golden Fleece al programa SETI. Carl se sentó con él. No dije ni una palabra. Sólo era un testigo. Y solo miraba a Carl. Me inspiré en él, no sólo por la amplitud de sus conocimientos, sino por su paciencia, su falta de arrogancia, su disposición a escuchar a la otra persona. El Senador Proxmire hizo un giro copernicano como resultado de esa reunión.

Y hubo otros casos de notable capacidad de persuasión de Carl. Uno de ellos es una gran historia de un llamado "científico creacionista " que vio a Carl testificar en una audiencia sobre el creacionismo en las escuelas. Carl testificó durante unas cuatro horas. Fue en algún lugar en el sur, no recuerdo dónde. Y seis meses más tarde llegó una carta del experto "científico creacionista" que también había declarado ese día, diciendo que había renunciado a su trabajo durante el día y se dio cuenta del error de lo que estaba haciendo. Fue sólo porque Carl era muy paciente y estaba dispuesto a escuchar a la otra persona. Lo hizo con mucha amabilidad y luego, con mucho cuidado, pero sin ponerse en peligro, expuso todas las cosas que estaban mal de lo que ese hombre pensaban que eran ciertas. Esa es una lección que me gustaría que todos nosotros en nuestro esfuerzo por promover el escepticismo pudiéramos aprender, porque sé de la ira que muy a menudo siento cuando me enfrento a este tipo de pensamiento y las ganas que me entran de empezar a cortar a la otra persona. Pero hacerlo es abandonar toda esperanza de cambiar mentalidades .

Cuando murió mi marido, porque él era muy famoso y conocido por no ser un creyente, muchas personas venían a mí - todavía sucede a veces- y me preguntaban si Carl cambió al final y pasó a tener alguna creencia en una vida futura. También con frecuencia me preguntan si creo que lo voy a volver a ver. Carl se enfrentó a su muerte con valentía y tenacidad y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia fue que nos dimos cuenta de que no nos volveríamos a ver de nuevo. No espero reunirme con Carl nunca más. Pero, lo bueno es que cuando estábamos juntos, durante casi veinte años, vivíamos con una apreciación vívida de lo breve y preciosa que es la vida. Nunca hemos trivializado el significado de la muerte fingiendo que era algo más que una separación definitiva. Cada momento que estábamos vivos y que estuvimos juntos fue milagroso, no milagroso en el sentido de lo inexplicable o sobrenatural. Sabíamos que éramos beneficiarios del azar. . . . Esa pura casualidad podía ser tan generosa y tan amable . . . . Que pudimos encontrarnos el uno con el otro, como escribió Carl tan bellamente en Cosmos, ya sabes, en la inmensidad del espacio y la inmensidad del tiempo . . . . Que pudimos estar juntos durante veinte años. Eso es algo que me sostiene y es mucho más significativo. . . . La forma en que él me trató y la forma en que yo lo traté, la manera en que nos hicimos cargo el uno del otro y de nuestra familia, mientras él vivió. Eso es mucho más importante que la idea de volverlo a ver algún día. Creo que no volveré a ver a Carl de nuevo. Pero lo vi. Nos vimos. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y fue algo maravilloso.

miércoles, 12 de marzo de 2014

UN GRANO DE VERDAD: RECREANDO EL EXPERIMENTO DEL ARROZ DEL DOCTOR EMOTO

Carrie Poppy es la co-anfitriona de las investigaciones del podcast "Oh No, Ross y Carrie". Ella escribe regularmente y habla sobre justicia social, ciencia, espiritualidad, la fe, y afirmaciones de lo paranormal. También actúa, sobre todo en cosas divertidas. Sólo tiene un codo en pleno funcionamiento. Y en este recentísimo artículo publicado ayer mismo en la web del CSI, desmonta uno de los experimentos más estrafalarios llevados a cabo por el rey de la memoria del agua: Matsaru Emoto.


Matsaru Emoto, dos chicas y una taza

¿Eres un ser humano? ¿Tienes acceso a Internet? Entonces ya debes conocer al Dr. Masaru Emoto, el "científico" japonés [1], que por arte de magia convierte el arroz normal en arroz en bruto, simplemente gritándole.

 [1] El doctorado de Emoto es en Medicina Alternativa de la Universidad Abierta de Mumbai. Según su sitio web, el único requisito para este grado es de un año de estudio y realización de un proyecto de investigación.

Pero para los no iniciados, el Dr. Emoto adquirió fama internacional en la película “¿Y tu qué sabes?” que elogió sus experimentos sobre la estructura celular del agua. Tal vez recuerdes esa escena, en la que un profesor de ciencia describe los experimentos de Emoto, y un tipo espeluznante se acerca sigilosamente a Marlee Matlin para explicárselo todo, por si acaso ella es una completa idiota.
Durante sus estudios, Emoto separaba el agua en un centenar de placas de Petri y asignaba a cada una un destino: bueno o malo. El agua de buena calidad fue bendecida o elogiada por ser tan maravillosa ( " ¡Oh, mira a tus maravillosas pequeñas gotas de agua! ¡Un día serás un tobogán de agua! " Me lo imagino diciendo) . El agua en mal estado fue regañada (quizás dijo algo así como "¡Tu acabarás siendo ese lodo gris pringoso que se acumula bajo una pulidora de hielo") . Cada placa de Petri se congeló, supuestamente en condiciones similares. Pero hete aquí que cuando el agua congelada se observó bajo un microscopio, el agua que había sido elogiada y valorada se había reorganizado a sí misma en estructuras cristalinas hermosas. El agua "mala" era tan fea como unos cristales de hielo pueden llegarlo a ser (que, para ser honesto, no lo son tanto) mostrando una falta de simetría y más distorsión en general. Emoto comenzó a marearse un poco con sus hallazgos, probando nuevos métodos, como la grabación de las palabras "Adolf Hitler " en un vaso de agua viendo lo que pasaba ( al parecer , el agua era muy fea).

Incluso tenía un equipo en Tokio transmitiendo sus pensamientos a un poco de agua al otro lado del mundo, en California, en un estudio doble ciego. Según el resumen, "los cristales del agua tratada dieron una puntuación más alta respecto a su atractivo estético que los del agua de control". Estamos todos hechos en su mayoría por agua y, como explica Emoto, es por ello que este estudio es tan importante y los resultados son tan serios.

Excepto que no lo son. Como el profesor emérito de la Universidad de Stanford William Tiller (también aparece en “¿Y tu qué sabes?”) señaló después del estreno de la película, es extremadamente fácil manipular la estructura cristalina del agua, sobre todo mediante la adición de contaminantes o jugueteando con la velocidad de enfriamiento del agua. (Tiller más tarde explicó que él no entendía muy bien de qué iba “¿Y tu qué sabes?” cuando concedió la entrevista). En palabras del Dr. Tiller, "En los experimentos del Dr. Emoto, [sobreenfriamiento] nada fue controlado ni medido, un requisito que necesariamente debía cumplirse si uno quería demostrar que la intencionalidad humana era el nuevo factor específico que causaba esos efectos". Al parecer, los protocolos experimentales de Emoto son tan deficientes como irrepetibles, e incluso los intentos más básicos de controles científicos están ausentes. La colaboradora habitual del Skeptical Inquirer Harriet Hall revisó el libro de Emoto acerca de sus experimentos por sí misma, dándole el honor de ser "el peor libro que he leído. Es casi tan científico como Alicia en el País de las Maravillas". En una parte del libro, Emoto recuerda ver a un sacerdote realizar encantamientos en un lago, haciendo que el lago sea cada más y más claro. Y luego las cosas se ponen realmente extrañas:

Los cristales hechos con agua antes del hechizo se distorsionaron, y parecían la cara de alguien con un gran dolor. Pero los cristales de agua tomada después del conjuro se veían completos y grandes... Pocos días después de este experimento, se informó de un incidente a la prensa. El cuerpo de una mujer fue encontrado en el lago, y cuando me enteré de esto me acordé de los cristales creados desde el agua antes de la oración, y recordé cómo los cristales recordaban a una cara de dolor. Quizás a través de los cristales, el espíritu de esta mujer estaba tratando de decirnos algo. Me gustaría pensar que su sufrimiento se alivió en parte por el encantamiento.

Mientras “¿Y tu qué sabes?”  se iba desvaneciendo en la memoria, Emoto y su agua también se fueron evaporando . Sin embargo, recientemente, Emoto ha hecho una reaparición en la forma de un  vídeo viral de personas que llevan a cabo otro experimento de agua Emoto, ahora en sus propias cocinas. En el experimento, que se ve aquí en su forma original, salía Emoto vertiendo agua sobre el arroz cocido en tres vasos diferentes, para a continuación etiquetar uno con un " ¡Gracias! ", otro con un "Eres un idiota ", y dejando al otro sin etiqueta (el control) .

Todos los días durante un mes, Emoto habló lo que fuera con la botella para el arroz de dentro (ya que se trata de la intencionalidad, no importa si el otro arroz "oye por casualidad"). Y después de treinta días, ¿que pasó ? Bueno, el Arroz"¡Gracias!" comenzó a fermentar, emitiendo un aroma fuerte y agradable.  El Arroz "Eres un idiota " acabó en su mayoría negro, y el arroz de “control” comenzó a pudrirse, "convirtiéndose en un repugnante color verde azulado. Bueno, se acabó la fiesta cuando tu arroz de control se pudre ¿no? Al parecer no. Según Emoto, al arroz "ignorado" le fue peor  porque la negligencia y la indiferencia son las peores cosas de todas las que podemos hacer con el agua, el arroz... y con nosotros mismos. Él continúa explicando que "debemos conversar con los niños", un imprescindible consejo para padres que seguro que siempre se atribuye a este experimento con arroz. "La Indiferencia", nos dice nuestro narrador, "hace el mayor daño."

¡Pardiez! ¡Todo lo que he estado haciendo con mi arroz es ignorarlo! Se asienta en mi despensa, esperando en silencio para ser usado, cuando debería al menos estar llamándole idiota, para evitar alguna descomposición, y en el mejor de los casos para agradecerle que exista. Pero, ¿obtuvieron otros los mismos resultados? Bueno, Internet está en ello, y la gente está haciendo este experimento en sus hogares y cuelgan sus resultados en YouTube. Algunos encontraron que los resultados más o menos replican a Emoto, como esta pareja, que no hizo uso de un control, y este hombre que no vierte agua sobre su arroz en absoluto, haciendo preguntas obvias para destacar. Los que siguieron los protocolos experimentales más diligentemente, y se aseguraron de que todos sus materiales eran estériles, como este tipo, se encontraron que todas sus muestras de arroz esterilizadas salieron prácticamente igual, y que el moho que surgió fue a causa de contaminación bacteriana, ya sea desde los propios frascos, o desde la parte superior del arroz que se expone al aire, ya que se estaba enfriando.

Así que decidí probarlo yo misma. Saqué tres frascos, y marqué dos de ellos con un "¡Gracias!" y "Eres un idiota", y dejé el tercero en blanco. Tuve la tentación de pensar en esta tercera jarra como control, pero desde que el Dr. Emoto decidió que los controles no son más que víctimas de abandono, pensé que iba a añadir otro tipo de control: uno que llevase el nombre de "Michele Bachmann" en un cuarto tarro. Cada día leía al tarro # 4 una cita de la congresista Michele Bachmann de Minnesota. En función de la afiliación política del arroz, tal vez se sentiría inspirado, o tal vez se suicidaría.

Para el arroz, elegí el arroz integral orgánico Trader Joe (sabroso, lo recomiendo). Medí una taza de arroz cocinado para cada frasco, y añadí una taza de agua en la parte superior de la misma. Entonces, durante treinta días, hablé con mi comida.

Día 1

Todo el mundo se ve muy feliz y saludable. No hay diferencia discernible entre cualquiera de la familia del arroz.

Día 5

Toda la familia se ve bien (echa un vistazo a su nuevo alojamiento, con una antigua panera de 1950 atrás). Tengo estas bonitas cintas para "¡Gracias!" y "Eres un idiota." Pensé que ellos se las merecían. Como se puede ver, todos los niños se parecen bastante. Hoy, he leído a bebé Bachmann esta bonita cita de su tocaya : "Me parece interesante que en la década de los 70 la gripe porcina estallase ... bajo otro presidente demócrata, Jimmy Carter. No estoy culpando de esto al presidente Obama, sólo creo que es una coincidencia interesante" . No había moho, no hay manchas oscuras. Aún me comería a cada uno de mis hijos.

Día 10

Toda la maldita familia está empezando a parecer un poco demasiado feliz, ¿sabes? Sospechosamente feliz. Son un poco Brady Bunch, lo pulcros que son estos chicos de arroz. Voy a tener que trabajar un poco más para gritar a "Eres un idiota."Arrugo la cara, le amenazo con el dedo y le grito, pero nunca parece reaccionar.

Día 15

Estoy empezando a arrepentirme de convertirme en padre. Estos niños apenas se sientan allí como estatuas de sal. ¿Tal vez estoy haciendo algo mal? Nada de moho, nada de cambio de colores, nada de olores. Trato de tener favoritismos también. "¡Gracias!" está recibiendo besos y suaves caricias , y "Eres un idiota " es gritado como Ricky grita a Lucy después de que ella compre un sombrero. Y sin embargo, nada. El bebé Bachmann está recibiendo tratamiento también. Hoy, oyó volver a contar de su tocaya su éxito en el 2012 en los debates presidenciales republicanos: "Estaba muy orgullosa del hecho de no haberme equivocado en nada de lo que dije en el curso de los debates." Él, el que no puede ser nombrado (el tarro de arroz sin etiqueta) está siendo francamente ignorado como el error que es.

Día 20

¡Aleluya! ¡Algo está sucediendo! Uno de mis hijos se ha puesto finalmente enfermo. ¿Quién crees que es? ¿La víctima de negligencia? ¿Al que le grito todo el tiempo? ¿El que recibe las citas políticas ambiguas, aparentemente escritas por un dibujo animado?
Se trata de "Eres un idiota". Finalmente está mostrando una pequeña mancha de moho verde en una esquina de la parte superior de su cuerpo arrocero. No es grande, quizás un centímetro de diámetro, pero está ahí. Mi hijo pequeño se ha convertido en un hombre. Pero, para no ser menos, "¡Gracias! " está mostrando un poco de cicatrices de guerra. Un par de sus granos se han vuelto de color marrón negruzco. Creo que está en su camino.

Día 25

Dios, odio a "Eres un idiota." Cada vez que hablo con él, me encuentro gritándole. ¡Él es un idiota! De todos modos, el moho verde que hay sobre él se ha duplicado en tamaño, sin duda a causa de mis gritos y no tanto porque el moho se exponga al aire. "¡Gracias!" Se está haciendo un poco negruzco en los bordes de algunos de sus granos, al igual que "Michele Bachmann". A mi hijo completamente ignorado, a quien llamaremos "Feúcho”, le está yendo realmente mejor. Un solo grano se ha convertido en una especie de color marrón-verde, pero en general, su cuerpo es tan saludable como el día en que nació.

Día 30
Finalmente, ha llegado el día. Durante treinta días, he dado las gracias con alegría a "¡Gracias!", he gritado airadamente a "¡Eres un idiota!", he leído confundidamente las citas de Bachmann a "Michele" y he ignorado completamente a "Feúcho."
Así que, ¿qué pasó?

Aquí está "Feúcho":


Según el Dr. Emoto, "Feúcho" debería resultar ser el peor (podredumbre, en su experimento). Pero como se puede ver, nuestro arroz descuidado está bien. Al parecer, puede ignorar a sus hijos por completo y no pasará nada... si seguimos utilizando el arroz como sustituto experimental de niños.

Aquí está "¡Eres un idiota!":

Él debería ser el segundo peor (completamente negro en el experimento de Emoto), debido a toda esa negatividad en su camino. Bueno, él era el único con moho, aunque la parte superior de su jarra de arroz terminó siendo la más expuesta al aire de las cuatro muestras.

Aquí está "¡Gracias!":

"¡Gracias!" Debería fermentar, tornarse amarillo y desprender dulces y deliciosos olores. Como puedes ver, ella está todo menos amarilla. De hecho, parece haber perdido algo de su pigmento durante el experimento, ya que ella y los otros comenzaron marrón y ahora son casi blancos.

¿En cuanto a la fermentación? Ella está sin duda haciendo eso, pero el olor es cualquier cosa menos delicioso. Al igual que los demás, es francamente repugnante.

Y aquí está nuestra vieja amiga, " Michele Bachmann ":

"Michele" debería estar asquerosa o deliciosa, dependiendo de su afiliación a un partido y la reacción a las citas de su tocaya . Pero como se puede ver, se ve casi idéntico al "¡Gracias! " y " Feúcho".

Al final, parece que la afirmación del Dr. Emoto de que la intención puede afectar al arroz mojado no se sostiene. No puedo evitar preguntarme si los bien intencionados re-creadores de este experimento en Internet no ayudaron a su arroz a lo largo de este, dejando al descubierto el arroz descuidado u odiado a más aire, cambiando los frascos alrededor para ponerlos a diversas temperaturas o condiciones de humedad, o realizando otros trucos en un esfuerzo para apoyar un bien intencionado pero finalmente evidente punto: que el ser ignorado o menospreciado duele.

Al fin y al cabo, parece ser que era sólo la voz de Emoto la que tenía el poder de arruinar el agua. Para ser justos, Moisés tuvo el mismo problema.

ARTÍCULO ORIGINAL EN INGLÉS:  http://www.csicop.org/specialarticles/show/a_grain_of_truth_recreating_dr._emotos_rice_experiment

martes, 4 de marzo de 2014

A LA BÚSQUEDA DEL DISEÑADOR INTELIGENTE

Michael Shermer y una nueva aproximación al tema del Diseño Inteligente y el debate sobre si hay o no un Diseñador de todo lo que conocemos. 

"El hombre ha estado aquí 32.000 años. Que al mundo le llevara cien millones de años prepararse para él, es la prueba de que el mundo fue hecho para eso. Supongo que sí. No lo sé. Si la torre Eiffel representara ahora la edad del mundo, la piel de la pintura en el botón del pináculo de su cumbre representaría la parte de existencia del hombre, y nadie podría darse cuenta de si esa es la razón por la cual la torre fue construida. Creo que lo harían, no lo sé". 

-Mark Twain, "¿Fue el mundo hecho para el hombre?" 1903

Michael Shermer
En un estudio realizado por Frank J. Sulloway y yo sobre por qué la gente cree en Dios (que se examina en detalle en otro capítulo de este libro), la razón más común que la gente da es el buen diseño del mundo. Así que cuando los creacionistas del diseño inteligente utilizan el argumento del diseño para la existencia de un diseñador, están recurriendo a la intuición que la mayoría de la gente tiene sobre el mundo. Pero hay un defecto profundamente arraigado en este argumento que socava todo el esfuerzo.

Si el mundo es complejo y parece intrincadamente diseñado, y por lo tanto la mejor inferencia es que debe haber un diseñador inteligente, ¿no deberíamos entonces inferir que un diseñador inteligente en sí mismo debe haber sido diseñado? Es decir, si la pinta de diseño implica que hay un diseñador inteligente, entonces la existencia de un diseñador inteligente denota que debe haber un diseñador - un diseñador inteligente estupendo. Y por la misma línea de razonamiento, cualquier diseñador que puede crear un diseñador súper inteligente debe ser en sí mismo un diseñador inteligente estupendo superior.

Ad infinitum. Lo que nos lleva de vuelta a la naturaleza, y a la búsqueda de explicaciones naturales de los fenómenos naturales.

Última ley de Shermer: Diseño Inteligente (D.I.), ET y Dios 

Un día estaba pensando en lo que podríamos encontrar si nos fuéramos en busca de un diseñador inteligente cuando me encontré con la famosa tercera ley de Arthur C. Clarke: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". Esto me llevó a pensar en que una Inteligencia Extraterrestre suficientemente avanzada (IET) sería indistinguible de otra, lo que me llevó a formular la Última Ley de Shermer: Cualquier inteligencia extraterrestre lo suficientemente avanzada es indistinguible de Dios.

Dios es descrito por la mayoría de las religiones occidentales como omnisciente y omnipotente. Dado que estamos muy lejos de la marca en estos rasgos, ¿cómo podríamos distinguir un Dios que los tiene absolutamente, de una inteligencia extraterrestre que los tiene en grandes cantidades con respecto a nosotros? Por lo tanto, seríamos incapaces de distinguir entre la omnisciencia y la omnipotencia absoluta y relativa. Pero si Dios fuera sólo relativamente más listo y poderoso que nosotros, entonces, por definición, ¡Él sería una IET! De esto concluyo que no hay diferencia entre el DI, ET, y Dios, por lo menos un Dios que sea parte de nuestro mundo. Esta conclusión se deriva de la siguiente secuencia de observaciones y deducciones.

Observación: La evolución biológica es sumamente lenta en comparación con la evolución tecnológica. La razón es que la evolución biológica darwiniana es y requiere generaciones de éxito reproductivo diferencial, mientras que la evolución tecnológica es lamarckiana y se puede implementar en una sola generación. 

Observación: El cosmos es muy grande y el espacio está muy vacío, por lo que la probabilidad de entrar en contacto con una IET es remota. Por ejemplo, la velocidad de nuestra nave espacial más distante, Voyager I, en relación con el Sol es de 17,246 kilómetros por segundo. La velocidad de la luz es de 300.000 k / s, por lo que la Voyager I está viajando al 0,0000574 por ciento de la velocidad de la luz. El sistema estelar Alfa Centauri, el más cercano a nuestro Sol, está a 4,3 años luz de distancia. Esto significa que incluso viajando a una velocidad vertiginosa de 38.578 millas por hora, la Voyager I necesitaría 74.912 años para llegar allí (y ni siquiera está en esa dirección).

Deducción: Ergo, la probabilidad de entrar en contacto con una inteligencia extraterrestre, que esté sólo un poco más avanzada que nosotros es prácticamente nula. Si alguna vez encontramos una IET será como si un Homo Erectus de hace un millón de años se hubiera caído en el centro de Manhattan, le diésemos una computadora y un teléfono celular, y recibiera instrucciones de comunicarse con nosotros. La IET representaría para nosotros lo mismo que nosotros seríamos para ese temprano homínido.

Observación: La ciencia y la tecnología han cambiado más nuestro mundo en el siglo pasado de lo que lo cambió en los anteriores cien siglos- necesitó 10.000 años para llegar desde el carro hasta el avión, pero sólo 66 años para conseguir ir del vuelo propulsado a un aterrizaje lunar. La Ley de Moore de la duplicación de potencia de los ordenadores cada dieciocho meses no ha disminuido y se ha reducido a alrededor de un año. Algunos científicos de la computación, como Ray Kurzweil, calculan que ha habido treinta y dos duplicaciones desde la Segunda Guerra Mundial, y que ya en 2030 podremos encontrar la Singularidad-el punto en el que la potencia de cálculo total alcanzará niveles que hasta ahora están más allá de lo que podemos imaginar, y que parecerán casi infinitos y por lo tanto, en términos relativos, serán indistinguibles de la omnisciencia (¡nótese el sufijo!). Cuando esto ocurra, el mundo va a cambiar más en una década de lo que lo hizo en las mil décadas anteriores.

Deducción: Extrapolemos estas líneas de tendencia a más de cien mil años, o a un millón de años (un parpadeo en una escala de tiempo evolutivo, y por tanto una estimación realista de lo mucho que habrá avanzado una IET), y obtendremos una desgarradora y desconcertante sensación por cómo una IET tendría una apariencia divina para nosotros.


El Diseño Inteligente es mala ciencia 

Al llevar a cabo un curso de investigación científica a su extensión natural de examinar la naturaleza del DI, el resultado final sólo puede ser el descubrimiento de un extraterrestre y la naturalización de Dios. 

Lo que los defensores del DI encontrarán (si encuentran algo) es a un alien que es capaz de hacer ingeniería con el ADN, las células, los organismos complejos, los planetas, las estrellas, las galaxias, y quizá incluso los universos. Si hoy podemos diseñar genes, mamíferos clónicos, y manipular las células madre de la ciencia y estas tecnologías se desarrollaron sólo en el último medio siglo, pensad en lo que una inteligencia extraterrestre podría hacer con 100.000 años de potencias equivalentes de progreso en la ciencia y la tecnología. Para una IET que sea un millón de años más avanzada que nosotros, la ingeniería de creación de los planetas y las estrellas probablemente sea factible. Y si los universos son creados a partir de colapsar agujeros negros-lo que algunos cosmólogos piensan que es probable- no es inconcebible que una IET suficientemente avanzada pueda incluso crear un universo.

¿Cómo llamaríamos a un ser inteligente que pudiera diseñar un universo, las estrellas, los planetas y la vida? Si supiéramos la ciencia subyacente y la tecnología utilizada para hacer la ingeniería, lo llamaríamos ET, si no supiéramos la ciencia y la tecnología subyacente, lo llamaríamos DI, y si nos saliéramos de la ciencia para pasar a la teología por completo, lo llamaríamos Dios. 


El Diseño Inteligente es una mala teología

No sólo el Diseño inteligente es mala ciencia. También es mala teología. La razón es que el diseño inteligente reduce la deidad a un simple ingeniero, un experimentador de garaje, un diseñador juntando mundos y formas de vida con los materiales disponibles, pero no necesariamente el creador de los materiales originales. Esto no es en absoluto lo que se invoca en los credos como el formulado en el primer Concilio de Nicea celebrado en Nicea en el año 325, el primer punto del cual establece lo siguiente: "Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e invisibles. " ¿Es el Diseñador Inteligente el hacedor? ¿Es un extraterrestre el hacedor? ¿Quién es el creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible?

El teólogo protestante Langdon Gilkey, quien escribió una historia convincente sobre el juicio del creacionismo en Arkansas, en su obra clásica “Hacedor de los Cielos y la Tierra”, rechaza el enfoque de los teólogos naturales que se remontan a William Paley para inferir la naturaleza de Dios de la misma naturaleza. "En la doctrina cristiana de la creación, Dios es la fuente de todo y crea de la nada. Así, la idea cristiana, lejos de limitarse a lo que representa una proyección antropomórfica primitiva del arte humano en el cosmos, repudia sistemáticamente toda analogía directa del arte humano." Lejos de ser un simple relojero inteligente, Dios es la “fuente trascendente de toda la existencia "que crea ex nihilo de la nada. Para Gilkey, cuya teología respeto mucho, el conocimiento de Dios viene "no de un análisis científico o metafísico cuidadoso de la experiencia general de la naturaleza y de la existencia finita, sino más bien de la iluminación que proviene de encuentros especiales con Dios en experiencias reveladoras." 

En nuestro estudio sobre por qué la gente cree en Dios recuerdo que la razón número dos más popular que la gente dio para creer, fue la experiencia de Dios en su vida cotidiana. Esta razón, y no la lógica complicada y la ciencia retorcida del Diseño Inteligente creacionista, lo convierte en una teología profunda y honesta, el tipo de teología practicada por el gran teólogo alemán Paul Tillich, quien una vez dijo: "Dios no existe. Él es el Ser mismo más allá de la esencia y la existencia. Por lo tanto, argumentar que Dios existe es negarle. "¿Eh?

Si pensamos en Dios como una cosa, un ser que existe en el espacio y el tiempo, eso limita a Dios a nuestro mundo, un mundo de otras cosas y otros seres que también están limitados por las leyes de la naturaleza y las contingencias de la oportunidad. Pero si Dios es el creador de todas las cosas y todos los seres visibles e invisibles en el cielo y la tierra, Dios debe estar por encima de tales restricciones, es decir, por encima de las leyes de la naturaleza y las contingencias de azar. "La cuestión de la existencia de Dios no puede ser ni preguntada ni contestada," explica Tillich. "Si es preguntada, es una cuestión acerca de lo que por su propia naturaleza está por encima de la existencia, y por lo tanto la respuesta, ya sea negativa o positiva - implícitamente niega la naturaleza de Dios. Es tan ateo afirmar la existencia de Dios como lo es negarlo. Dios es el ser en sí, no un ser".

Si hay un Dios, el camino hacia Él no es a través de la ciencia y la razón, sino a través de la fe y la revelación. Si hay un Dios, Él será tan enteramente Otro que ninguna ciencia puede llegar a Él, sobre todo, no la ciencia que se llama a sí mismo Diseño Inteligente.


ARTÍCULO ORIGINAL EN INGLÉS: http://www.skeptic.com/eskeptic/14-02-12/#feature